Jóvenes que “protestan” en Bogotá reciben dinero por destruir bienes públicos.
En la capital del país se mantienen los disturbios que ante la mirada permisiva de la alcaldesa y las autoridades siguen afectando la movilidad y la seguridad de los ciudadanos. El día de ayer, cerca del Humedal Tibabuyes, unos “manifestantes” llegaron a protestar por obras que afectarían supuestamente el cuerpo de agua. En ese lugar, algunos vándalos le prendieron fuego a un bus de Transmilenio, con solo dos días de uso. Cientos de millones de pesos en daños, por la falta de intervención de la fuerza pública, de quien la alcaldesa prometía en campaña sería su comandante. Solo palabras populistas en medio de un discurso electoral.
En otros hechos, sobre la media noche del lunes, las autoridades en la localidad de Engativá lograron la captura de tres integrantes del grupo denominado la primera línea, quienes participaban del ataque contra el CAI Jaboque, y quienes reciben apoyo económico y logístico de parlamentarios de la izquierda radical, como Gustavo Bolívar y María José Pizarro.
Según las declaraciones del Mayor Miller Rojas, “Estas personas que hacían parte de un grupo de aproximadamente 30 encapuchados atacaron el CAI con objetos contundentes, en el momento de capturarlos les fueron encontrados, bates, caucheras y otros elementos. Ya unos de ellos reconocieron que reciben pagos por participar de estos actos violentos”.
Los tres jóvenes capturados, confesaron que les pagan entre 30.000 y 70.000 pesos por participar en los desmanes y ataques contra policías y la infraestructura pública. Generalmente hacen convocatorias por redes sociales como Twitter, Instagram, Facebook, allí dan las instrucciones de a dónde llegar y los pagos los hacen por Nequi, Daviplata» indicó uno de los detenidos.
El saldo del día de ayer, según la personería fue de tres policías lesionados en Suba, dos buses del SITP vandalizados y una motocicleta incinerada. Adicional a esto, sobre las 2 de la madrugada los antisociales atacaron con piedras y objetos contundentes vehículos particulares, ambulancias y hasta los camiones de basura. La orden por la que reciben un poco de dinero, es sembrar el caos y atacar una ciudad entregada al desorden y la inseguridad.