Fuerza pública, entre la vida y la muerte

 

 

En los últimos años la fuerza pública, entre ellos uniformados, policías y militares han sido blanco de los grupos al margen de la ley como las FARC y el ELN, además de los grupos reconocidos por desestabilizar el orden público como la llamada primera línea, quienes han estado a cargo de vandalizar las ciudades, bloquear vías y cometer un sinfín de actos ilegales.

 

Se sabe según informes de inteligencia, que en promedio son asesinados dos policías cada día, ya sea por estos grupos ilegales, el conocido Clan del Golfo e incluso la delincuencia común. La fuerza pública colombiana todos los días sale a debatirse entre la vida y la muerte para proteger a los civiles y brindar bienestar a la comunidad.

 

Otro de los problemas que presenta la fuerza pública, según lo ha registrado el diario El Colombiano, es que cada vez cuentan con menos herramientas para defenderse y protegerse de los criminales, lo que los dejaría en muchas ocasiones en desigualdad y desventaja, teniendo en cuenta que además el cubrimiento de uniformados en zonas de conflicto armado no es suficiente y que estos criminales tienen estrategias para hacer emboscadas y engañar a la fuerza pública, con el fin de perturbar sus funciones o cometer atentados.

 

Así como la fuerza pública vela por la seguridad de los colombianos, también se debe crear una reestructuración que les permita el cumplimiento de sus funciones sin exponer de esa manera su integridad física, sólo así dejará de aumentar el número de víctimas de la fuerza pública a causa del conflicto armado, como ha sucedido los últimos años.

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