Bogotá: Fútbol en medio de una ciudad sin autoridad
El día de ayer, después de 18 meses de espera, los hinchas del fútbol de la capital pudieron volver al templo máximo del balompié capitalino. Lo que era ilusión para los fanáticos y sus familias se transformo en medio del entretiempo del partido Santafé – Nacional, en una batalla campal en el terreno de juego que dejó tras los enfrentamientos varios heridos que aún permanecen en observación médica. Los “bravas brava” invadieron el campo.
Las escenas de ayer ocurridas en el Estadio el Campín no distan mucho de las vividas en Bogotá en el contexto de las mal llamadas protestas sociales, en las que un grupo de vándalos toma el control de la situación creando caos y anarquía a su paso, y en la que la policía intenta proteger la ciudadanía y los bienes públicos de los desmanes que promueven unas minorías. Ese es el mensaje que ha enviado el gobierno distrital de Claudia López a la ciudadanía: Los vándalos encapuchados pueden ejercer el control de las situaciones por encima de la ley.
En medio de una ciudad absolutamente controlada por la delincuencia y en la que la inseguridad y el caos vehicular son las grandes evidencias del gobierno López, el partido de ayer demostró una vez más la mediocridad de la administración local. Que se puede esperar de funcionarios incapaces la prestarles seguridad a 17.000 espectadores de un evento deportivo. ¿Qué futuro pueden esperar más de nueve millones de habitantes que día a día enfrentan una ciudad insegura y violenta en la que cada día se hace más arriesgado simplemente salir a trabajar?
Duele ver que después de una administración en la que la ciudad avanzó en algunos aspectos como infraestructura y movilidad, el actual gobierno de izquierda haya enfocado sus esfuerzos a la contratación de asesores de imagen y publicidad en todos los medios para promover una gestión que no se ha realizado. Para la alcaldesa es más importante permitir las manifestaciones y las actuaciones de grupos terroristas que destruyen el sistema de transporte masivo y la infraestructura de la ciudad. Inaugurar “Renders” es más importante para esta administración que pavimentar una malla vial destruida, con el argumento de que los “rines de lujo pueden esperar”. Un gobierno con intereses politiqueros en los que solo se administra pensando en sus electores.
Que falta le hace un gobierno con autoridad a Bogotá, que detenga la decadencia progresista. Esto cada vez es más parecido al segundo capitulo del gobierno Petro.