No es la Merkel, tampoco la Tacher, sencillamente es La Cabal.
Por: Fernando Torres Mejía
Vía: El Expediente
Hacia finales de 2020, mas de 30 precandidatos sonaban para llegar a la presidencia en 2022, cantidad que superó la barrera de los 45 en el primer semestre de 2021, lo que indica que aspirar a este cargo en un país tan convulsionado tiene su “encanto”.
Utilizando el lenguaje de los jóvenes, diríamos que, han aparecido cualquier cantidad de “gatos” de todos los pelambres, algunos nada que ver, otros que escasamente los conocen en sus casas, otros que aunque gozan de algún reconocimiento, no tienen ninguna opción, otros que son tibios, otros que apoyaron de manera descarada y solo por su interés personal el resurgimiento de la narcoguerrilla hasta otorgarles impunidad y curules, otros que mientras fungían como ministros, se rebuscaron un concepto en donde se indica que glifosato es cancerígeno y este fue el pretexto para que se suspendieran la aspersión con glifosato de los cultivos de coca, incrementando el “combustible” del narcotráfico, otros que son los incitadores y patrocinadores de la violencia, de la izquierda radical asociados con el comunismo que JAMÁS tendrán la oportunidad de llegar a la presidencia, otros que han militado en distintos partidos comunistas e incluso algunos de estos dominan sindicatos de empresas públicas y ahí mantienen su fortín electoral, político y su patrimonio personal.
Como es lógico, y entendiendo que no tendrán posibilidad alguna, muchos de estos se han agrupado y creado unos movimientos o coaliciones que le apuestan a tener candidato único en segunda vuelta, pero que desde ya les puedo asegurar que para 2022 no tienen futuro:
“Coalición de la esperanza” conformado por Sergio Fajardo (el tibio), Juan Fernando Cristo (escudero del Señor), Juan Manuel Galán (uno de los mantenidos por el estado), Humberto de la Calle (artífice de la impunidad a las Farc) y Jorge Enrique Robledo (senador eterno sin aportes para el país)
“Alianza de las regiones” Conformada por siete exgobernadores, la actual presidente del Partido de la U, Dilian Francisca Toro, el exgobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez; el del Cauca, Óscar Campo; el exgobernador del Quindío, Sigifredo Salazar Osorio, y el exgobernador de Caldas, Guido Echeverri, que no cuentan con reconocimiento nacional, cuya bandera es este manifiesto “Vamos a entregarle a Colombia propuestas construidas conjuntamente con aquellos que nunca han tenido voz: los ciudadanos de a pie, esos que son la razón de ser de un país y que han permanecido olvidados”, muy “romántico”, pero ¿por qué mientras estuvieron en sus cargos NUNCA lo hicieron?
“Coalición Fico, Char y Peñalosa”: sin duda ejecutaron una buena gestión en sus administraciones, pero no cuentan con el talante que se requiere para conducir un país, azotado por el narcotráfico, la violencia, el desempleo, los altos índices de corrupción, entre otros problemas que lo aquejan.
Esta semana una noticia ha causado revuelo en los mentideros políticos, en los medios de comunicación, en redes sociales y en general en Colombia, la llegada a la contienda electoral de una candidata fuerte que muchos estaban esperando, MARIA FERNANDA CABAL, que sin duda es una persona con posiciones firmes y duras, que no es de extrema derecha como la han querido rotular, si no de extrema COHERENCIA, autentica, respetuosa, valiente, que dialoga con los campesinos, que no se ahorra adjetivos para condenar a los NARCOTERRORISTAS de las FARC, que nunca ha estado de acuerdo con los acuerdos de La Habana, que sin titubeos dice, los Colombianos no merecen la clase política corrupta desvergonzada promotora del terrorismo, quien sostiene que la seguridad no se puede manejar como una moda, si no que esta debe ser permanente, quien sostiene que Petro resume todos los defectos y los vicios que nos dejo el comunismo, y que es un candidato fácil de derrotar, LA CABAL, responde a quienes la comparan con otras estadistas, que, la Merkel esta más inclinada a políticas benefactoras lo cual impide la generación de riquezas, por lo cual se identifica más con la Tacher quien encontró un país desecho por los sindicatos a quienes los enfrentó, los derrotó y logró reconstruir el país, LA CABAL no es vanidosa, conoce el estado y tiene la capacidad de reconstruirlo, por lo cual puedo decir con toda claridad que “NO ES LA MERKEL, TAMPOCO LA TACHER, SENCILLAMENTE ES, LA CABAL”.