Nueva arremetida progresista para la firma del Acuerdo de Escazú
A pesar de que el acuerdo de Escazú se hundió en la legislatura pasada y que se develó que este no es más que una estrategia de la izquierda radical global para limitar la soberanía de los países limitando el uso de sus recursos, la izquierda de nuestro país persiste en la idea de implementar el nefasto acuerdo.
La vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez, fue citada a la Comisión V del Senado, en la que explicó las gestiones adelantadas por el Gobierno en el proceso de aprobación y ratificación del acuerdo regional sobre el acceso a la información, la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe (Escazú), que fue adoptado en Costa Rica, el 4 de marzo de 2018. Nuestro país lo firmó el 11 de diciembre de 2019, pero el congreso, en una acertada labor legislativa no lo ratificó.
Jorge Eduardo Londoño, uno de los citantes del debate y quien ha insistido, junto a toda la oposición y una amplia plataforma de organizaciones ambientales, en que el Gobierno y sus bancadas dejaron hundir el proyecto la legislatura pasada y ahora demora en presentarlo de nuevo. Durante el debate, el ex exministro de Justicia, advirtió que dilatar la aprobación de este acuerdo puede afectar la imagen del país en los escenarios internacionales. Por eso enfatizó en la necesidad de presentarles a los colombianos una fecha para la presentación del proyecto, ya que se trata de una iniciativa prioritaria.
Sigue la izquierda tratando de seguir los lineamientos de la agenda globalista, impulsada en gran parte por los recursos de Soros, para frenar el desarrollo de los países que necesitan controlar a través de un discurso ambientalista, que de fondo lo que busca, es implementar anacrónicos sistemas de gobiernos comunistas.