La disputa por el poder de unos guerrilleros disfrazados de congresistas
Parte de los excombatientes de la guerrilla de las FARC que hoy fungen como Honorables Congresistas, pidieron este martes por medio de una comunicación la escisión de la colectividad -ahora denominada Comunes- por que según ellos sienten una “persecución” por parte de las directivas del partido.
Joaquín Gómez (de quien la corporación Rosa Blanca pide se le investigue por la violación de 6 jóvenes); Victoria Sandino (quien sostiene que las FARC no fueron un aparato criminal) y Benkos Biohó (quien es señalado de ser uno de los responsables de la masacre de Bojayá) suscribieron una comunicación a delegados de Naciones Unidas en la que manifestaron su petición, pues según ellos, desde el 2020 se creó una Comisión de Ética “no registrada ante las autoridades electorales” que inició procesos disciplinarios en su contra.
Según estos Honorables Parlamentarios, que han sido acusados por numerosos crímenes, y para quienes por medio del denominado acuerdo de paz se les aseguraron unas curules en el congreso y una justicia que a través de la JEP opera como una lavadora de procesos judiciales “las instancias partidarias no ofrecen garantías y son controladas por una sola tendencia política”, razones por las cuales piden la división de la colectividad.
La pelea entre los “ex” guerrilleros de Comunes es contra las directivas actuales compuesta por Rodrigo Londoño y otros directivos de la colectividad como Carlos Antonio Lozada, Rodrigo Granda y Pastor Alape, entre otros, quienes cuentan con sus respectivos prontuarios criminales.
Desde hace varios meses se viene presentando la división un segmento del partido comunes decidieron no participar de la II Asamblea Extraordinaria de los Comunes a finales de enero ya que iba “en contravía del espíritu del Acuerdo de Paz, de nuestra tradición revolucionaria y de los elementales principios democráticos consagrados en la normatividad vigente”. Sin embargo, lo que pareciera es que la pelea apunta al control del partido, de las listas a senado, de las unidades de trabajo legislativo, los esquemas de seguridad y toda la burocracia que les aseguró Juan Manuel Santos sin contar con un solo voto ni la aprobación del pueblo colombiano que les dijo NO en las urnas.