Hiperinflación y Gobiernos Progresistas. Una dupla inseparable
Como consecuencia de la hiperinflación que ha sufrido la economía venezolana, en el transcurso de los últimos 13 años, el emisor central del país petrolero ha eliminado 14 ceros de su divisa. Esta semana se tomó la decisión de una nueva reconversión al eliminar 6 ceros a partir del 1 de octubre de 2021, lo que significa que todo importe monetario se dividirá en un millón.
El banco central explicó que el cambio en la escala monetaria se da con el fin de desarrollar una economía digital y sentar las bases para un camino de recuperación económica, aunque la realidad es que, para el quinto mes del año, la tasa de inflación interanual de Venezuela llegó a 2.719. Una cifra casi inverosímil en una economía moribunda y en la que la decisión no ataca ninguna de las causas de la misma.
Por supuesto, la medida hace que las cuentas cotidianas y las transacciones -incluso las mas pequeñas- se hagan mas manejables, ya que los elevados precios presentaban una situación compleja para las matemáticas del ciudadano y los sistemas contables de las empresas que aún quedan en el país.
Sin embargo, el problema se acentúa por temas como la ausencia de plena independencia por parte del emisor del país, una productividad con serias problemáticas y de una nefasta política económica acumulada por décadas, por lo que no se esperarán cambios profundos, lo que hace que sea una medida intrascendente, ya que, con el avance de la dolarización el impacto sería aún más marginal en términos reales.
El cono monetario vigente tiene una penetración muy baja, lo que se genera una escasez de billetes. Con la nueva moneda podría haber una mejor cobertura, sin embargo, el Gobierno ha manifestado que su intención es ir hacia una digitalización de su economía. Ante una profunda crisis de efectivo, las autoridades han hecho presión a bancos locales para implementar los medios digitales, pero el plan no ha resultado eficiente, por lo que en el pasado mes de marzo el emisor amplió la cantidad de moneda circulante y emitió nuevos billetes llegando a tener papel moneda de un millón de bolívares. Adicionalmente, tres cuartas partes del papel moneda que circula en el país se usa para cancelar el transporte público.