María Fernanda Cabal defiende a Vicky Dávila de las amenazas de Gustavo Petro
Este 22 de mayo, Gustavo Petro respondió de forma histérica al reportaje de la revista SEMANA, titulado “Petro, ¡Basta ya!”. Por medio de un comunicado de prensa, Petro acusó a SEMANA y a su Directora General, Vicky Dávila, de “poner en riesgo su vida, la de su familia y la de su equipo de trabajo”; y además anunció que adelantará las “medidas judiciales pertinentes”.
Este es el comunucado sobre la actitud difamatoria de @VickyDavilaH que pone en peligro mi vida, la de.mi familia y la de Colombia Humana. pic.twitter.com/Vn1jZWZfQm
— Gustavo Petro (@petrogustavo) May 22, 2021
El reportaje en cuestión no solo está fundamentado en pruebas que son del conocimiento público, sino que además es respetuoso y equilibrado. Pero lo que disgustó a Petro es que el texto de SEMANA representa el sentir de la inmensa mayoría de los colombianos, que si bien quisieran mejoras, rechazan el vandalismo, los incendios y los bloqueos.
No es culpa de Vicky Dávila que, según la reciente encuesta realizada por el Centro Nacional de Consultoría, 30 por ciento de los colombianos identifica a Petro como el promotor del paro. Y no es culpa de SEMANA que, en medio del vandalismo, Petro no llame a la calma, sino que incite públicamente a “no abrir su negocio, no sacar su carro, no ir al trabajo, no comprar gaseosas, no ir a comprar nada en grandes superficies comerciales, no hacer transacciones financieras y retirarse de los fondos privados de pensiones”.
En lo personal, pienso que el reportaje se quedó corto. Faltó explicar, primero, que las protestas cuentan con el apoyo del tirano Nicolás Maduro, del jefe del Cartel de los Soles, Diosdado Cabello, y del Foro de Sao Paulo. Esto no lo digo yo, sino que lo expresan ellos mismos y lo repiten constantemente, cada vez que hablan de la “brisita bolivariana”.
Y segundo, a SEMANA le faltó denunciar que el verdadero objetivo de Petro no es obtener mejoras para los colombianos, sino derrocar el sistema democrático, con el fin de instaurar una dictadura, idéntica a la que existe en Venezuela. Si Petro quisiera mejoras para Colombia, no estuviera contribuyendo tan diligentemente en ocasionar pérdidas por más de diez billones de pesos.
Finalmente, quiero expresar mi preocupación por las amenazas de Petro en contra de SEMANA y de Vicky Dávila. Cuando un exintegrante de M19 –amigo de las FARC y de los jefes del Cartel de los Soles– acusa a Vicky Dávila de “poner en riesgo su vida”, en realidad lo que está haciendo es amenazarla gravemente. Quizás lo hace de forma menos explícita que Santrich, pero igual es una clara advertencia.
Creo que el reportaje de SEMANA debe convertirse en un clamor nacional. Ya basta de vandalismo, basta de bloqueos, basta de destruir los bienes públicos y privados, basta de fomentar la división entre colombianos. Petro, ¡Basta ya!