El Ernesto “mecías”
Más o menos así se siente el senador Ernesto Macías, cuando anuncia primero su idea de ser precandidato presidencial y luego la retirada de su candidatura que nadie si quiera tomó en serio.
En el mundo político colombiano, han criticado al mecías por su escasa formación intelectual, pero además por la desbordada arrogancia que es infinita, propia de esos personajes que pasan del anonimato al desprestigio.
Su mayor logro sin duda, está en haber servido al expresidente Álvaro Uribe como jefe de prensa; asunto que lo llevó a estar al lado del hombre más importante en las últimas décadas de Colombia.
El mecías, que sabía que no era merecedor de muchos honores, sirvió de alfil o súcubo del Presidente Duque, que lo impulsó a ser presidente del Congreso de la República, sin el más mínimo conocimiento de ley 5ta o trámite legislativo.
Ese lugar lo ocupó luego de usurparle la posibilidad a Paola Holguín, senadora de su bancada, quien por tener la votación más alta después de Uribe, era la llamada a tener el honor.
Hoy se le ve al mecías, como un gran jefe de propaganda del gobierno Duque; siempre tan atento y dilecto que no hay duda, ha sabido servir a su nuevo jefe.
Lo de el mecías siempre fue un mal chiste, nadie lo reconoce como líder de nada, más allá de un sujeto que intentando copiar formas, siempre termina como lo que es.